La
igualdad de derechos entre sexos en el campo, clave para atajar la malnutrición. La producción agrícola crecería un 4% y se reduciría en 150 millones las personas que pasan hambre. En países del Sur, entre el 60% y el 80% de las mujeres trabajan en la tierra. No tienen acceso a la titularidad ni a créditos.