UN TO­MA­TE TIE­NE MÁS TEC­NO­LO­GÍA QUE UN ‘IP­HO­NE’

UN TO­MA­TE TIE­NE MÁS TEC­NO­LO­GÍA QUE UN ‘IP­HO­NE’ 'El País - EPS' - 2015-04-19 Mu­chos to­ma­tes que tie­nes hoy día no son los de la abue­la por­que no exis­tían Decir que un tomate tiene más tecnología que un iPhone5 puede sonar extraño, pero pocas afirmaciones son más ciertas. La dijo mi amigo José Blanca y se me ocurrió incluirla en el libro en versión smartphone. Al final fue la frase que más le gustó al editor y la que decidió destacar en la contraportada. Siempre asociamos tecnología a botones y lucecitas, pero un tomate, ya sea rojo, morado o verde, es un producto tecnológico que le lleva varios milenios de ventaja a la telefonía móvil, y además ha conseguido algo que las compañías de electrónica no han hecho: que sea barato. El tomate procede de la domesticación que hicieron los aztecas de plantas como el Solanum pennelli o el Solanum pimpinellifolium que provienen de la zona del actual Perú-Ecuador, es decir, en el reino inca, los cuales no mostraron interés por estas plantas, ya que en su idioma no se ha encontrado ninguna palabra que defina al tomate, a diferencia del azteca, donde tomatl era el genérico para verduras con pulpa y xitomatl sería lo que definiría a los antepasados del tomate. En el actual México se sigue llamando jitomate. El tomate llega a Europa en fecha temprana, pero indeterminada. La primera descripción se la debemos a Pietro Andrea Mattioli en 1544. Por cierto, eran amarillos, de ahí su nombre en italiano de pomodoro (manzana de oro). La primera mención en España data de 1608 y aparece en el libro de compras del Hospital de la Sangre en Sevilla. Esos tomates no se parecían en nada a los que vemos en la actualidad en cualquier supermercado. Tenían el fruto más pequeño y el sabor no debía de ser nada del otro mundo. De hecho, en el México precolombino eran un alimento poco importante que se usaba como aderezo de carnes por su sabor fuerte y ácido. Para llegar a los tomates actuales han hecho falta siglos de mejora genética, de pacientes cruces e hibridaciones o de mutagénesis inducidas, es decir, de maltratar el genoma de este cultivo para conseguir alguna mutación que nos diera un tomate mejor. Ya sé que todos añoramos los del huerto de la abuela, esos que de color eran verano y de olor primavera y que no hemos vuelto a encontrar. Bueno, en el supermercado y fuera de temporada cuesta encontrar un tomate que sepa a tomate. En temporada, si lo recogen maduro y vives cerca del productor, no es tan difícil, pero conviene considerar que muchos tomates que tienes hoy día no son los de la abuela, porque no existían. El tomate raf (resistente al hongo Fusarium) se obtiene en La Cañada (en la vega almeriense) a finales de los sesenta; el kumato es propiedad de la compañía Syngenta y muy reciente. Las variedades de tomate, y más ahora que tenemos el genoma secuenciado, se recambian con mucha rapidez y ahora mismo están investigando una llamada tomate púrpura, que acumula antioxidantes y podría prevenir el cáncer. A ver cuándo consigue eso un iphone © 2011 Kioskoymas. Todos los derechos reservados